NOTA PRINCIPAL 

En el corazón de la dinámica Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un tema de crucial importancia se mantiene en la sombra: la situación de los enfermeros. A pesar de su valioso papel en la salud pública, su situación ha sido objeto de intensa controversia y preocupación en la comunidad.

La promulgación de la Ley N°6035 por la Legislatura Porteña en 2018, generó un debate continuo y encendido en torno a la exclusión de los enfermeros de la categoría de profesionales de la salud, a pesar de cumplir con todos los requisitos y competencias necesarios. Diversos proyectos de ley se presentaron con el objetivo de abordar esta situación y brindarles el reconocimiento profesional, pero hasta el momento no se ha logrado una respuesta definitiva y satisfactoria.

Esta problemática va más allá de consideraciones políticas y económicas, pues involucra también intereses sindicales y organizacionales que complican aún más la situación. Entre los obstáculos más significativos se encuentran las reticencias de aquellos que representan a los médicos, quienes se han mostrado renuentes a permitir que los enfermeros accedan a roles de mayor responsabilidad y reconocimiento, generando así tensiones y obstáculos adicionales para llegar a un consenso.

Los enfermeros y enfermeras enfrentan una realidad compleja en la que se ven obligados a asumir múltiples empleos para subsistir y se encuentran con dificultades significativas para su crecimiento y desarrollo profesional. Entre los desafíos diarios se encuentran la falta de pago por horas extras, la ausencia de licencias remuneradas y la escasez de recursos destinados a su capacitación.

Elmer Coromí, ex empleado del Hospital Ricardo Gutiérrez, destaca la precaria situación laboral: "A pesar de ser un lugar donde uno aprende y adquiere experiencia, los sueldos están por debajo de lo que gana el personal de maestranza, y las condiciones de trabajo son desfavorables e indignas. El hospital no cuenta con los insumos humanos necesarios para la atención de los pacientes y la relación enfermero – paciente está sobrecargada".

Zulma Landry, enfermera del Hospital Pedro de Elizalde, también comparte su perspectiva sobre la falta de beneficios para los enfermeros no incorporados en la ley N° 6035: "No estar incorporados en la ley nos impide acceder a beneficios como los reconocimientos de las especializaciones que realizamos, vacaciones pagas, licencias especiales, entre otros. No contamos con beneficios económicos de ningún tipo y tampoco podemos acceder a cargos más altos por ser considerados 'administrativos' ".

Los testimonios reflejan la difícil situación que enfrentan los enfermeros y enfermeras en términos de salarios, condiciones de trabajo, falta de recursos y limitaciones en el acceso a beneficios laborales y oportunidades de crecimiento profesional.

Paula Toro, supervisora docente de enfermería en el Hospital General de Agudos "Carlos G. Durand", comparte su experiencia laboral y destaca diversas problemáticas que enfrenta en su rol. Según ella, a pesar de asumir el cargo de supervisora docente, no recibe el correspondiente salario. Las horas extras son remuneradas como "módulos", lo que implica un pago de menor valor.

Menciona que la falta de reconocimiento como profesionales de la salud dificulta su progreso en cualquier área, lo que le llevó casi 10 años alcanzar el puesto actual. Además, señala que en ocasiones carecen de los insumos necesarios para brindar una atención adecuada a los pacientes del hospital.

En un intento por brindar una visión equilibrada, se buscó obtener la perspectiva de los funcionarios del Gobierno Porteño para darles derecho a réplica sobre la situación de los enfermeros. Sin embargo, no se obtuvo respuesta por parte de las autoridades, lo cual refleja la complejidad y la delicadeza de este tema.

Gabriel Solano, actual diputado de CABA y pre-candidato a presidente por el Partido Obrero en las elecciones 2023, expresa su preocupación por la falta de reconocimiento de los enfermeros y enfatiza los desafíos que enfrentan en su labor diaria. Esta situación constituye una injusticia, ya que los enfermeros se ven afectados por una jornada laboral extensa y salarios muy bajos, además de carecer de derechos propios en su profesión.

En relación al rechazo al pase de los enfermeros a profesionales, destaca la postura del Sindicato Médico Municipal. Según su testimonio, este sindicato se opone a la inclusión de los enfermeros en la carrera hospitalaria debido al temor de que puedan ocupar cargos actualmente reservados exclusivamente para los médicos.

Además, agrega que: "el no reconocimiento de los enfermeros es una injusticia. Cuenta sobre la jornada laboral extensa y el salario muy bajo, además de no contar con derechos propios" y que "el Sindicato Médico Municipal rechaza el pase, ya que si los enfermeros llegan a formar parte, éstos podrían participar por lugares en la carrera hospitalaria y ocupar cargos que actualmente solo los médicos ocupan."

Por otro lado, según un delegado de SUTECBA que prefirió mantenerse en el anonimato, el no reconocimiento de los enfermeros se debe a diversas razones que van más allá de la burocracia gubernamental. Además de los obstáculos burocráticos, se argumenta que hay una decisión política en juego, en la cual los gremios y los médicos municipales, motivados por sus intereses personales y profesionales, presionan para excluir a los enfermeros del ámbito en el que históricamente han tenido control.

El gremio municipal ha estado luchando incansablemente por un cambio que les otorgue el reconocimiento que merecen, pero hasta el momento no han recibido respuestas claras ni acciones concretas. En relación a esto, la Legislatura Porteña ha comunicado que están trabajando para reconocer a los enfermeros de acuerdo a su propia interpretación, sin brindar detalles específicos sobre las medidas que se tomarán.

El 10 de Mayo de 2023, la Sala N° 2 de la Cámara de Apelaciones porteña convocó a una trascendental audiencia judicial con el propósito de decidir si ratifican o no el fallo de primera instancia que, en noviembre del año pasado, dio la razón a la enfermería en su histórico reclamo.
En esta relevante sesión, se hicieron presentes los representantes de los gremios y del Ministerio de Salud, quienes expusieron sus posturas ante los integrantes del tribunal en un debate crucial para el futuro de los enfermeros.

La convocatoria de la Sala 2 estaba programada para las 14:00 horas de ese miércoles, pero desde las 13:00 horas, los enfermeros y enfermeras se congregaron en las imponentes puertas de la sede judicial situada en Hipólito Yrigoyen 932. El lugar albergaba a los tribunales de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad.

Sin embargo, el actual Ministro de Salud, Fernán Quirós, no estuvo presente y alegó que fue por "cuestiones de agenda". En su lugar, envió al actual Subsecretario de Planificación Sanitaria, Daniel Ferrante, para representar al Gobierno Porteño.

Durante la audiencia, el gobierno porteño mantuvo la misma posición que había planteado al apelar el fallo de primera instancia. Uno de los argumentos utilizados para defender la exclusión de la carrera de enfermería es que el reconocimiento profesional de la licenciatura podría generar divisiones dentro del sector. Además, se argumentó que los técnicos y los licenciados se consideran como un solo grupo de trabajo, sin reconocer las diferencias en responsabilidades institucionales, profesionales y de formación entre ellos.

A la fecha, la justicia aún no se ha pronunciado sobre el caso, y ahora queda en sus manos decidir cómo se dará continuidad a la causa.
Mientras tanto, los enfermeros siguen llevando a cabo movilizaciones y manifestaciones de manera activa y perseverante, para hacer oír sus reclamos y demandas ante la sociedad y las autoridades pertinentes.


© 2023 Investigación realizada por Rocío Gaete Salinas. Todos los derechos reservados.
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